martes, 8 de febrero de 2011

Las murallas han caido

Nota del maestro: El pasado reto consistía en resolver un problema para poder defender la ciudad, solo 10 personas lo hicieron correctamente y el resto no y estas son las consecuencias. Ahora os veis prisioneros y por ese camino ganaréis menos oro que si hubieseis conseguido salvar a la ciudad. Recordad poner empeño en los retos porque son parte de vuestra historia. En vuestras manos está todo.


Te despiertas desorientado, tendido sobre un suelo sucio y mojado. Observas a tu alrededor y te das cuenta que estás en un pequeño habitáculo cochambroso. La oscuridad no te permite ver más allá de un par de metros  pero puedes distinguir cuatro paredes de sólida roca rodeándote . Una roca oscura que llora pequeñas lagrimas de fría humedad. La uniformidad de la pared se rompe bruscamente con la presencia de unos gruesos y oxidados barrotes que parecen ser la única entrada y salida de tu estancia. Un tremendo olor a podrido te marea brevemente aunque terminas por acostumbrarte. Te observas el cuerpo y ves que estas magullado y dolorido pero no tienes ninguna herida grave, entonces empiezas a recordar:

Recuerdas que entregaste la información que te había pedido el capitán de la guardia sobre el ejercito trasgo pero algo debió de salir mal en la preparación del hechizo de defensa. Estuviste luchando fieramente en las murallas de la ciudad pero las hordas de trasgos eran incontenibles y pronto estuviste rodeado de enemigos. A tu alrededor muchos abandonaron las armas y tu hiciste lo mismo, sabías que tu rendición significaría convertirte en alimento de esas criaturas inmundas o, en el mejor de los casos, prisionero para trabajar hasta tu muerte. No obstante sabes que la rendición era inevitable y por lo menos así  ganarías algo de tiempo para pensar alguna forma de solucionar tu situación. 

Te sientas e intentas ordenar tus ideas, cuando de repente escuchas una voz ronca y envejecida, te giras y ves una sombra en uno de los rincones de tu celda, apenas la habías visto al principio pero se mueve y comienza a hablarte:
Sombra misteriosa: (tose exageradamente y dice con tono burlón) Parece que tengo un nuevo compañero de celda. ¡Amigo! ponte cómodo...como si estuvieras en tu casa...jejeje.


Lo miras detenidamente intentando que tus ojos se acostumbren a la oscuridad y observas a la persona que te acaba de hablar. Su rostro esta demacrado y apenas viste con unos cuentos harapos. Sus ojos son profundos y tristes , su nariz es grande y picuda y una gran barba cubre el resto de su cara. Observas su cuerpo y ves que tiene una constitución fibrosa, probablemente y al igual que tu ,en su juventud fue un guerrero acostumbrado al peso de la armadura. Ahora y por el sonido de su voz, es muy probable que padezca de alguna enfermedad respiratoria; le cuesta hablar y tose con frecuencia.



Héroe: (en tono preocupado) Disculpe mi señor, apenas le había visto con tanta oscuridad.
Sombra misteriosa: (arrojando un suspiro y refiriéndose a ti) Ahhhh... otro humano que será victima de este mal que nos acecha a todos.
Héroe: Tiene usted razón, estos trasgos han demostrado ser muy peligrosos...la ciudad en la que estaba fue atacada y no pudimos hacer nada para evitar que nos arrasaran.
Sombra misteriosa: (mirándote fijamente y con media sonrisa en la cara) ¿Trasgos?...(ríe) jajajaja. !!!Pero no seas insensato¡¡¡ Los trasgos no son más que meras marionetas que son manejadas por poderes inimaginables. Muchacho me temo que el fin del mundo que conocemos está muy próximo y lo que le ha pasado a esa ciudad es un ejemplo de lo que sucederá de ahora en adelante.
Héroe: (incrédulo) ¿poderes mayores? ¿el fin del mundo que conocemos? ....pero ¿algo podremos hacer no?
Sombra misteriosa: (con la mirada perdida y el rostro serio) No hay mucha esperanza, la situación es más grave de lo que parece. Te podría contar todo lo que sé pero no tengo mucho tiempo. Como ves estoy muy enfermo y no se si mañana amaneceré muerto. Hace tiempo me abandonaron las fuerzas y se me quitaron las ganas de escapar de este infierno.
Héroe: (preguntando) pero...¿ donde estamos?
Sombra misteriosa: estamos en una fortaleza de las Tierras Inmundas. Una de las muchas fortalezas que hay por estas tierras y que pertenecen a trasgos, orcos, trolls y otras criaturas miserables.
Héroe: ¿Y cuanto tiempo lleva aquí?
Sombra misteriosa: (con voz nostálgica) Llevo tanto tiempo aquí que mi memoria ya no alcanza a recordar. Durante muchos años he trabajado como esclavo para estos inmundos seres.
Era un joven herrero cuando asaltaron mi aldea un grupo de trolls. Eran tres pero son criaturas increíblemente poderosas, su piel es casi invulnerable a las armas y su fuerza es equivalente a la de 20 hombres. No pudimos hacer nada, arrasaron en cuestión de minutos todo lo que había  a su paso. La mayoría de mi gente resultó muerta, pero los trolls se dieron cuenta de que era el herrero del lugar y pensaron que les sería útil, así que me hicieron prisionero. 

Hasta hace unos meses trabajaba día y noche fabricando armas y armaduras, y gracias a eso me trataban relativamente bien pero entonces caí enfermo y ya  no me llevan a trabajar. Los muy tontos esperan que me recupere con  descanso, pero el mal que padezco es muy común entre los herreros y trabajar durante tantos años respirando los vapores tóxicos de la forja me han dejado en este estado.  Esta prisión ha sido mi único hogar desde que puedo recordar. (tose con fuerza)
Héroe: (abatido) Verdaderamente siento que haya tenido una vida tan dura..aunque debería ir acostumbrándome ya que eso es lo que me espera a partir de ahora.
Sombra misteriosa: (sonriendo) Muchacho...puede que no tengas que acostumbrarte. Como te he dicho conozco muchas cosas de este lugar y algunas podrían asombrarte y te podrían ayudar a combatir el mal que nos acecha.
Durante estos meses que estuve enfermo me he dedicado a hacer un diario de todo lo que sé sobre nuestro enemigo...y podría confiártelo pero antes tengo que saber que eres merecedor de mi confianza y que no eres ningún zoquete que tiene la cabeza hueca. Te propongo un trato...
Héroe: (interesado) Te escucho amigo ¿cual es ese trato? 
Sombra misteriosa: Te haré dos acertijos, si los aciertas te daré mi diario...y  te contaré algo muy valioso.
Héroe: (sorprendido) ¿el qué?
Sombra misteriosa: ( con voz seria) LA FORMA DE SALIR DE ESTE LUGAR.
Héroe: (impaciente) ¿a qué esperamos? Dispara de una vez esos dos acertijos
Sombra misteriosa: Esta bien...te daré varias opciones, usa el coco y no te precipites en tus respuestas.
Primer acertijo: " Los ricos no la tienen, pero los pobres tienen muchísima pero desearían no tenerla" ¿qué es?
Estas son las opciones:
1= Dinero
2= Honestidad
3= Nada
4= La verdad.
Segundo acertijo: "Pronuncia mi nombre en voz alta y desaparezco" ¿quién soy?
1= La muerte
2= La suerte
3= La vida
4= El silencio

Tras un rato de reflexión le das tus respuestas al anciano y ves como una sonrisa se dibuja en su cara: ¡¡Has acertado¡¡¡ y ahora podrás salir de este lugar...o eso piensas.
Sombra misteriosa: Muy  bien joven, parece que dentro de esa cabeza hay algo valioso. Eran acertijos muy difíciles que no todo el mundo llega a acertar. Veo que eres la persona que estaba buscando y podré morir tranquilo dejando mis secretos en tus manos. Tal vez que estés aquí no es una casualidad...tal vez el destino lo ha querido así.

Ves como el anciano se levanta y se dirige a una de las esquinas de la celda y levanta una piedra del suelo. Notas como un aire cálido y fétido entra por agujero. El viejo alarga su mano y saca un pequeño cuaderno y te lo entrega.

Sombra misteriosa: (refiriéndose al libro) Me dejaron ese cuaderno para que pudiera hacer diseños nuevos de armaduras pero ,como no entienden nuestra escritura, los muy tontos no se daban cuenta que apuntaba cualquier cosa que pudiera usar en su contra. Tómalo y haz buen uso de él. Desconozco quien gobierna ahora el mundo de los hombres pero yo que tu me dirigiría a la ciudad más cercana para avisar de lo que está sucediendo.
Héroe: (asintiendo con la cabeza) haría lo que me pides pero aun no sé como salir de aquí.
Sombra misteriosa: (tose y se aclara la voz) Se me olvidaba. Durante estos años no he estado quieto, jamás perdí la esperanza de volver a salir de este lugar y volver a ver las estrellas....ahhhhh que maravilla sería volver a respirar aire puro. Pero bueno...a lo que iba; llevo muchos años cavando un túnel que me permita salir de aquí. ¿Ves el agujero de donde he sacado el cuaderno? pues podrías arrastrarte por él hasta llegar al exterior...pero hay un problema.
Héroe: (extrañado) ¿Qué problema podría ser?
Sombra misteriosa: Tuve un error en mis cálculos y la salida del túnel da a parar a un laberinto...AL LABERINTO DEL MINOTAURO.
Héroe: ¿un laberinto?
Sombra misteriosa: Si, al parecer dentro de la fortaleza se construyó un laberinto para diversión del Amo del lugar. Cuando quería divertirse soltaba a un esclavo dentro del laberinto  para que encontrará la salida. Lo que no sabía el pobre esclavo es que dentro del laberinto le aguarda una bestia colosal; El Sirviente Minotauro. Es una criatura horrible mitad toro y mitad hombre de un poder increíble. Cuando lo descubrí se me quitaron las ganas de escapar pero tal vez alguien fuerte como tu podría intentar salir del laberinto. 

Héroe: Entiendo, pero si no sé el camino de salida tarde o temprano moriré de sed o de hambre...
Sombra misteriosa: Si, tienes razón pero dentro del cuaderno te doy las claves para poder salir del laberinto, conseguí sacarle la información a un duende estúpido que se encarga de darle de comer al minotauro a cambio de un cuchillo que fabriqué en la herrería.
Héroe: (asintiendo con la cabeza) correcto, entiendo lo que me quiere decir.
Sombra misteriosa: Muchacho, solo me queda desearte buena suerte y espero de corazón que mi diario te ayude a luchar contra la oscuridad que se cierne sobre nuestro mundo. Cuando lo leas comprenderás de lo que te estoy hablando.
Héroe: Señor jamás podría agradecerte lo que estás haciendo por mí. Estaré en deuda con usted siempre.

Sin más te vuelves y te diriges al agujero pensando que la nobleza del anciano es admirable; te ha concedido una nueva oportunidad y no debes defraudarlo.
Miras hacia el agujero y saltas dentro para comenzar tu camino a la libertad. Tras varios minutos gateando tus ojos ven una luz y notas como el aire se hace más puro. Finalmente consigues salir al exterior y sonríes, aunque tu alegría dura poco porque recuerdas que estas dentro del laberinto del minotauro. 

Después de mirar a tu alrededor te dispones a entrar en el laberinto pero antes sacas el diario del viejo para ver cuál es el camino correcto y lees lo siguiente: 

" ...hoy he descubierto como salir del laberinto pero el miedo a la bestia que hay en su interior es superior a mis fuerzas. El duendecillo me ha dicho que la clave está en seguir una distancia concreta por el laberinto para hallar la salida. El estúpido duende me ha dado las siguientes mediciones para transformarlas, pero no me costará descifrarlas. Parece que la clave está en pasar todas las distancias a metros. Me ha contado que cada baldosa del suelo mide exactamente un metro así que con transformar las siguientes medidas en metros seguro que encuentro la salida:
- 400 cm en línea recta.
- 20 dam a la derecha
- 10000mm a la izquierda
- 6m  en línea recta.
- 0,5 km a la izquierda
- 400 dm a la izquierda otra vez
- 0,7 hm en línea recta.
Pasando estas distancias en metros tan solo tendré que contar las baldosas y seguir las direcciones...ese duende codicioso se arrepentirá de haberme dado la información, LA SALIDA ESTÁ CERCA¡¡¡...''

Terminas de leer y te pones a hacer los cálculos con la esperanza de encontrar la salida.
Consulta el tema 8 de Mates para encontrar ayuda sobre cómo resolver este enigma.

No hay comentarios: