martes, 15 de marzo de 2011

Inframundo Parte 1


                Lo último que recuerdas es un combate feroz contra la criatura más poderosa que jamás has conocido. Luchaste con valentía pero tus esfuerzos eran inútiles ante la enorme fuerza de tu adversario. Tu contrincante era el Rey del Inframundo, una criatura milenaria que aparece en lugares corruptos en busca de almas que le permitan ser inmortal. 

                Dice la leyenda que hace mucho tiempo existió un rey  que ansiaba tener las mayores riquezas del mundo. Dedicó toda su vida a conseguir oro, joyas y reliquias preciosas y utilizó todos los medios para conseguirlas. No dudo en usar la fuerza, declarar guerras o robar a los más débiles para conseguir hacerse más rico, pero cuanto más rico se hacía más se oscurecía su alma. Así pasaron los años y se fue haciendo viejo hasta que un día cayó enfermo. Utilizó todas sus riquezas para intentar curarse. Médicos y charlatanes vinieron desde todos los rincones de su reino prometiéndole la curación, pero nada hacía mejorar la salud del Rey.
                Cuando ya se había perdido toda esperanza, un personaje encapuchado y vestido de negro pidió ver al Rey, prometiendo ser el salvador que conseguiría salvarlo. Una vez en la habitación del Rey, pidió que le dejarán solo para poder estar tranquilo con el enfermo. Allí susurró al oído del Rey que si quería vivir para siempre  solo tenía que concederle el control de sus ejércitos, de su pueblo y en definitiva de todas las personas que vivían en su reino. Al principio el Rey se negó, pero el astuto encapuchado le convenció hablándole de lo que más le interesaba y le dijo:
 "Señor, tienes muchísimas riquezas sería una pena que murieras ahora y no pudieras disfrutarlas".
Al oír eso el Rey, ciego de codicia, reconoció que aquel extraño tenía toda la razón y que prefería sus riquezas a sus vasallos y dijo:
 "Acepto darte la vida de todas las personas de mi reino si consigues salvarme la vida".
                Entonces el encapuchado comenzó a reírse estrepitosamente con unas carcajadas siniestras y se quitó la capucha dejando ver su rostro. El Rey palideció ante la horrenda figura que se alzaba al lado de su cama, su cara era una calavera humana sin piel, con dos ojos rojos que brillaban como dos rubíes y unos dientes amarillos y cruelmente  afilados. La figura, como por arte de magia se hizo más grande, alcanzando la estatura de tres hombres y de su mano brotó una guadaña enorme y reluciente.
                El Rey reconoció enseguida al personaje que tenía ante él, era la misma Muerte la que se había presentado en su habitación. La Muerte le señaló con el dedo y le dijo:
''Ahora la vida de toda esta gente me pertenece, pestes y enfermedades asolarán tu reino y te quedarás solo con tu oro durante toda la eternidad". Después de decir esto desapareció.
La Muerte y el Rey según Rubén del Reino
                El Rey, tal y como le había prometido la Muerte, se recuperó a los pocos días pero algo empezó a ir mal. Todos sus sirvientes empezaron a caer gravemente enfermos y sus capitanes informaban de que los soldados padecían alguna dolencia que les hacía envejecer muy rápido, algunos no podían ni levantar su espada.
                Así fue como poco a poco, y por diferentes causas todas las personas que habitaban en su reino fueron muriendo. Al final solo quedó el Rey encerrado dentro de su propio castillo con todas sus riquezas hasta que descubrió algo terrible. La Muerte le había prometido "vivir para siempre" pero no le había prometido la juventud eterna. Así fue como pasaron los años y el Rey comenzó a envejecer convirtiéndose  en un esqueleto andante, totalmente loco y lleno de sed de venganza.
                Pasados los siglos, el castillo fue destruido por un terremoto y a su alrededor creció un bosque inmenso. Dice la leyenda que la parte del bosque donde estaban las ruinas de la habitación del Rey, se convirtió en una zona prohibida e infernal que recibió el nombre de Inframundo. Ninguna persona ha conseguido salir con vida del lugar y solo un loco entraría en ese lugar del bosque. Algunos dicen que el Rey sigue allí, acechando a cualquier viajante para capturar su alma.

                Parece que esta es  la historia de tu captor. Ahora te encuentras en una situación difícil de resolver pero no tienes más remedio que afrontar las dificultades e intentar salir de aquí por todos los medios.
                Después del combate fuiste transportado a un lugar terrorífico. No sabes donde estas aunque puede que sean las catacumbas del antiguo castillo del Rey. Estas en una sala grande y empedrada, iluminada débilmente por velas que brillan de forma mágica. Observas las velas y te das cuenta de que no se consumen. No hay ventanas, ni puertas pero reparas en varías losas que están puestas de forma ordenada en un rincón de la habitación. Te acercas y las miras detenidamente y descubres que no son losas sino lápidas. Al lado de las tumbas yace un esqueleto con una armadura oxidada e inservible y muy cerca del lugar observas una extraña máquina con forma de reloj de arena  que parece estar impulsada por algún mecanismo mágico.
                Eso es todo lo que tienes a tu alrededor y no entiendes como podrás salir del lugar, no hay ni una sola rendija que pueda  permitirte salir, has explorado las paredes pero no parece que haya ninguna compuerta secreta a la vista.  Decepcionado te sientas cerca de las lápidas cuando descubres que el esqueleto está agarrando un pergamino, lo coges y te dispones a leer:

" Diario del capitán:
            Nuestro Rey se ha vuelto totalmente  loco. Tras la visita del extrañó médico que lo curó han comenzado a suceder cosas muy graves en el castillo. Mis soldados mueren a causa de una horrible enfermedad y todo el mundo está enfermo. El Rey ha mandado hacer sacrificios y rituales pero cada día muere más gente.
Hoy he tomado la decisión de morir con dignidad. Me he encerrado en el sótano de palacio y he  protegido la habitación con un hechizo de protección, ahora nadie podrá entrar...ni tampoco salir. Así, por lo menos, no seré victima de la locura del Rey.  El hechizo solo se romperá si introduzco una contraseña en la máquina con forma de reloj de arena. La fecha y la hora exactas que hay escritas en las lápidas de la habitación son la clave para salir de aquí, así no se me olvidarán.   Tengo que introducirlas  en la máquina correctamente y podré romper el conjuro de protección. Ya saldré cuando todo esté más calmado...."
Puedes pinchar encima de la imagen para verla más grande


Así termina el diario del capitán, parece que ya sabes cómo salir de  esta habitación.
Si necesitas ayuda consulta el tema 10 de Matemáticas.

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